viernes, 22 de enero de 2010

Refranes, dichos y diretes.

Como buen "viejuno" que soy, a veces sin darme cuenta ando con los brazos cruzados detrás de la espalda, me fascina el mundo de los refranes. No es sólo que alberguen la sabiduría popular...
Existen refranes para csai todo, dias lluviosos, dias soleados, advertencias sobre gente, consejos sobre como lavar la ropa, etc. De lo que más me gusta son los refranes con sus correspondientes contra-refranes, esos que en una tarde te puedes encontrar dos viejecillos hablando...
-Sarna con gusto no pica.
-¡Pero Mortifica!
Y ale, así se quedan tan felices los dos, pensando que tinen razón. Yo me imagino el que inventó el refrán de "A quien madruga Dios le ayuda", un padre cansado que su hijo se levantara cada mañana más tarde; lo que no imaginaba este señor era que tras años de gestación de su refrán, en el momento en el que se lo decía a su hijo le iba a responder con un "no por mucho madrugar, amanece más temprano", el padre, sin poder hacer nada más ante tal contestación hace lo que debía hacer...levantar a su hijo de la cama a estacazos al grito de "¡la letra con sangre entra!", y es que antes se hacían las cosas de forma diferente.
Encontramos también personas que por mucho que escuchen un refrán siempre consiguen cambiarlos; así obtenemos del dicho "estoy mas amargado que el culo de un pepino" el alternativo "estoy más agobiado que el culo de un pepino", y es que ser una hortaliza nunca fue fácil, y ser el culo de una hortaliza es realmente estresante.
La magia del refrán o del dicho reside en contarlo con convicción, rápido, y así aunque nos equivoquemos, al menos dejaremos al que nos escucha pensando en que puñetas hemos dicho.
Así pues me despido ya "que lo bueno si breve, buena sombre te cobija".

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